La ves pasada leí un artículo periodístico en el diario Perú.21 que me llamó la atención por su contenido, aunque pequeño, pero muy conciso, en cuanto a los centros comerciales, decía entre muchas cosas, que los centros comerciales eran lugares donde lo principal era que nadie tenga que salir de allí, refiriéndose a que la función principal de dichos centros era buscar la mayor captación de gente, con el fin que permanezcan allí.
¿Será esta una forma en que la ciudad nos tenga que retener a como de lugar?, ya no vamos a necesitar salir de ella, cada vez serán más atrayentes, y menos tengamos que ir a otro lugar, como ya sucede en otros países; en la que hay Iglesias y hay un caso de uno que tiene una universidad.
¿Seremos victimas de los tiempos modernos, o cada vez seremos dependientes de la ciudad?, en un mundo en lo que se busca es salir de la ciudad, esta busca que nos quedemos, creo que depende de nosotros si optamos por salir o quedarnos.
La vorágine de la ciudad es única, siempre busca que nos sea cada vez más atrayente, y las ganas de salir, aunque sea un fin de semana por aquí cerca, se nos haga más difícil. Las condiciones de salir o quedarnos está en nosotros, si queremos dejarnos llevar por las atracciones de la urbe, será cuestión de uno, si por otro lado, optamos por salir, será una desición de "ver que hay más allá", siendo éste nuestro primitivo espíritu aventurero, aquel que llevo a Cristóbal Colón o Magallanes a descubrir "que hay más allá".
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