4 de enero de 2010

RECUERDOS DE ESCULTURA

El reciente premio ganado por los arquitectos peruanos del estudio 51-1 arquitectos, del concurso en Colombia, para el Museo de Arte de Medellín, me llevó rápidamente a aquellos días y momentos pasados, en el taller de escultura que llevé cuando estudiaba arquitectura, y que me gustó mucho, al nivel de querer dedicarme a la escultura y, pasar mi vida restante dedicada al arte.
Pasaba muchas noches pensando si lo mio era la escultura o la arquitectura, de repente surgió en mí la convicción de que lo mio era la arquitectura, muchas cosas tuve que pensar para darme cuenta que la arquitectura estaba en mí.
El solo hecho de pensar que debía pasar horas -no malas- haciendo modelos en arcilla y, luego realizar moldes, para luego pasar a un vaciado, en cualquier material, fue motivo para decir que lo mio era la arquitectura, ¡stop! dije y, la arquitectura torno prevalesencia.
Un comentario merece esta foto que, casualmente, era el tipo de formas que hacíamos en el taller, eran formas surgidas de las antiguas ruinas de los Incas, formas sacadas por el profesor del taller, que había interpretado de aquellas ruinas, la inspiración para su estilo y, que luego nos lo trasmitía como una nueva forma de ver o, hacer, la arquitectura a través de la escultura, "vista" bajo las formas Incas.
Es por eso que, con razón, los comentaristas colombianos dicen: "Es una obra con sabor peruano", muy parecido a lo que hacíamos en aquel taller, sólo que lo que hacíamos era escultura.

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